Hasta el infinito... ¡y más allá!

Hoy he cogido el Nissan Note de la empresa y me he ido a Alcorcón, a hacer un curso formativo para poder subirme a torres de telefonía móvil. Nos han dado primera una charla y luego tras ponernos el arnés y el casco hemos subido a dos torres usando líneas de vida verticales, mosquetones y cabos de anclaje. Después hemos aprendido a hacer diversos nudos de gran utilidad y después de comer hemos hecho maniobras de rescate.

La verdad es que me lo he pasado muy bien, y así hago siempre algo distinto: el lunes me fui por mi cuenta a hacer medidas, el martes estuve haciendo un informe con AutoCad, hoy este curso, mañana me voy de cañas con los del curro y el viernes vuelta a Donosti para el cumpleaños de mi hermano y la Tamborrada.

Camionero soy...

Buff!! Estoy molido. Hoy he "chupado" carretera, ya que me han tocado hacer 520 km en coche sólo (lo cual es un coñazo). Primero me he ido a toma por saco, a Valdepeñas, a "visitar" una torre de Vodafone. Luego hasta un pueblo cercano a Ciudad Real, de casas de uralita, que me ha recordado a una escena de la peli de Torrente.

Allí he entrado en dos cotos de caza privados, acojonado por si me llegaba un tiro perdido o aposta de un propietario de mala leche. Encima me he tenido que pringar de barro hasta los tobillos :(

Luego vuelta a Madrid, sin mapa ni GPS. Conducir por Madrid es una locura, con un montón de tráfico y un montón de carriles, por lo que si te descuidas se te pasa la salida o no te dejan meterte los de los otros carriles. Menos mal que tengo compañeros de curro muy majos y me han guiado por teléfono, y he podido llegar a las 20:30 al parking.

Domingo: Día de limpieza y orden

Hoy he dedicado el día a las tareas del hogar: poner lavadoras, tender, preparar la comida, fregar los platos, barrer, fregar la casa... Es decir, tareas similares a las que realizaba los domingos en Viena.

No obstante, en Viena el domingo era mucho más que un día de limpieza: por la tarde solíamos ver alguna peli (Closer, Kutsidazu bidea Ixabel...), paseábamos por el Donauinsel, salíamos a correr... Y casi siempre terminábamos la jornada viendo música en vivo en Tunnel, mientras cenábamos una pizza acompañada de una generosa cerveza...

Lur arrotz honek infernua dirudi...

Eso es lo que dice la canción "Malen" de Ken Zazpi. Sin embargo, mi incursión por Madrid desde el lunes ha sido genial. El lunes nada más llegar me fui con mi compañera de piso de rebajas. De martes a jueves aprendiendo a hacer medidas y certificaciones radioeléctricas de GSM, DCS y UMTS de Estaciones Base de Vodafone para el Ministerio.

Voy por distintos pueblos y barrios de la Comunidad de Madrid y en función de la orientación de los sectores de las TRX (antenas) compruebo que el nivel de señal es muy inferior a lo que exige el Ministerio. Para ello uso brújula, GPS y una sonda isotrópica que parece un micrófono.

La peña se nos acerca y nos pregunta si somos de la tele y a ver que hacemos. Consejo de mis ompañeros: no decir que estamos midiendo los niveles de radiación de las antenas de tfonía móvil... Luego cumplimento con AutoCad los informes. Y el lunes me voy sólo con el coche de empresa a Ciudad Real, Toledo y Valdepeñas, a medir torres que van a dar cobertura al tramo del AVE. Serán 600 km a palo, pero estoy muy ilusionado.

Propósitos de Nuevo Año

Anotaciones en la primera página de un cuaderno recién estrenado, cuya finalidad es incluir planes y propósitos destinados a no realizarse nunca:

Limpiar de tierra las cuencas de mis ojos.
Tirar a la basura todos esos sueños pasados de fecha.
Lamer la luz que supuran las grietas de mis manos.
Morder sin prisa las uñas de todos los pies de foto.

Aspirar el aroma de la hierba recién decapitada.
Pasear mi corazón por el borde de la trituradora.
Disparar al aire y verle atrapar la bala con la boca.
Escuchar tras las puertas de habitaciones vacías.

Recolectar racimos de lágrimas en el ojo de la tormenta.
Despedazar diminutos insectos acorazados.
Avivar flores de fuego en jardines incandescentes.
Rajarle el vientre al día y sacarle la noche de dentro.

Contemplar la luna amamantando estrellas.
Romperle los dientes a la vida cuando se prepare para morder.
Poner las tripas sobre la mesa.
Dejar de contar los días que faltan para llegar a ningún lado.